RESUMEN ANUAL No 1: Esperanza y Frustración

Resumen anual: Dibujo e Impresión. Primera entrega. Autores nacionales y extranjeros que confrontan su obra durante 1986, en galerías locales y fueron objeto de crítica.

Dibujo
       
Lenta, pero prometedora, la línea o el grafismo de los dibujantes e ilustradores nativos, se ha independizado del lastre de un restringido grupo de “maestros” denominados por el compromiso sociopolítico antes que por el artístico.
       
De alguna manera, la ilustración con visos sociopolíticos y culturales tiene sentido, cuando existe un orden opresivo en la sociedad. Cuando no existe ese carácter, algunos autores, dedicados por lo general a la publicidad y al dibujo comercial, optan por nutrir sus obras con testimonios ajenos, como los del dolor y la tragedia de algunos pueblos vecinos. Esto es, una apelación a la truculencia para justificar sus quehaceres.
       
La veterana Raquel Villareal (n. 1949) pretende, de un tiempo a esta parte, mezclar su obra “comprometida” con otras de apariencia no figurativa y hasta emparentada con el arte conceptual, aunque su ambigüedad estilística le impida avanzar.

       
Otros, con una seria contradicción entre el decir y el hacer, como Félix Arburola, logran concretar un testimonio gráfico, anteponiendo lo plástico a lo meramente anecdótico, Arburola en sus últimos trabajos sobre manos estrambóticas, dominantes del espacio cargado de grafías, cuadrículas y círculos dispersos, tiene el mérito de obtener efectos plásticos en representaciones que no aspiran a ser más que ilustraciones.
       
Por otra parte, algunos sucesos como el I Salón anual DMA-FAO de Dibujo y Grabado, han permitido atisbar otras propuestas que, apegándose a un tema impuesto, logran algunas soluciones plásticas personales.

Así, Carlos Poveda demostró un conocimiento claro de los recursos técnicos y del diseño; no obstante, los explota decorativamente, sujeto más a la aceptación que al concepto. Junto a él, dos jóvenes autores, Manuel Zumbado y Roberto Lizano. El primero, ilustrativo y débil conceptualmente; pero con un oficio que, peligrosamente, puede constituirse en un simulador del talento.

El segundo, propone en cartón dibujado una línea clasicista, con acentos objetuales contemporáneos. Su “construcción”, como otras que le hemos visto recientemente, revelan sencillez de recursos e ingenuidad conceptual, lo que se vuelve atractiva a su propuesta plástica ante el aburrido público.

Impresión
       
Mientas en el dibujo se da un ligero avance que evita la anulación de la línea como tema, e impide el anecdotismo o el panfleto, el ámbito de los grabadores sufre un estancamiento interno. La última exposición del maestro Francisco Amighetti, fue un desencanto para quienes apreciamos su expresión y causticidad en la madera.

Respetuosos del aporte medular de este autor al desarrollo de la xilografía regional, nos preocupa su obra en color (cromoxilografía), en la que se ha ido perdiendo el carácter unitario (la conjunción del dibujante y el artesano grabador en cada obra).

Se sabe que el color contiene una expresión más sutil, y por consiguiente, la intención del autor en cada matriz, puede variar si el impresor no respeta sus directrices cromáticas con varios trabajos de su muestra retrospectiva, en octubre.
       
Aceptamos, sin negar su contribución, que el trabajo que nos prodigará en adelante será la retoma consistente, y tal vez cómoda para un artista de su talento, excepcionalmente significativo en un tiempo ya ido.
       
Por otra parte, la reciente obra de Magda Santonastasio, conocida mejor como acuarelista, deja mucho que desear, puesto que aprovecha sin mayor investigación y conocimiento, lo fortuito de la técnica del aguafuerte, para presentarlo como aporte personal.

Crecen algunas expectativas en cuanto al grabado en madera de Rolando Garita, quien recientemente parece haberlo dejado por la impresión en metal, en lo que resulta meramente ilustrativo.

Si bien la oferta visual interna sufre una baja, la externa, aunque irregular a veces, ha sido definitiva en la formación del gusto durante el presente año particularmente la “Huella del artista”, una colectiva de 13 grabadores estadounidenses exhibida en abril.

Los nombres de Frank Stella, Jonathan Borofsky y Robert Longo, entre otros, se asocian con una propuesta enriquecedora para el entorno, como reflejo de una tendencia a la dimensión mítica en una era material, y a la poética de lo cotidiano.

Muchos expositores, conocidos como dibujantes, pintores, fotógrafos y escultores, confrontaron impresiones en metal y mixografía, para demostrar en unos casos “facilismo”; es decir, la abusiva repetición y la búsqueda de efectos colóricos y de forma mediante la mancha o la estructura geométrica.

Otros en cambio, confirmaron un quehacer más serio y profundo, como Borofsky y Longo, quienes aceptan que la obra de arte no es ideológicamente neutral, lo que no significa que su mensaje deba ser panfletario. Aunque a veces su trabajo pudiera parecer fácil y superficial, la conducta artística de ambos los lleva a no conformarse con posiciones ventajosas y seguras, social y económicamente; indagan continuamente en su entorno sociocultural, a la vez que profundizan en su interior.

Juan Carlos Flores Zúñiga, M.A., BSc, CPLC, ACC

Fuente: La Nación. SINABI (2017), p.2B. Publicado el viernes 19 de Diciembre, 1986. Revisado por el autor el 11 de Mayo, 2018.

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