MARLEN RAMÍREZ: Preguntas sobre Mujeres que Inspiran
Exposición
fotográfica “Mujeres que inspiran” de Marlen
Ramírez (n. 1962). 52 obras de fotografía digital, impresas en papel
fotográfico en inyección de tintas (8 HDR solvente), 1440 dpi, 37 con formato: 41 cm por 26 cm, y 12 de: 13 cm por 21 cm . Biblioteca
Nacional, San José, Costa Rica. Del 22 de noviembre del 2018 al 21 de
diciembre del 2018, de lunes a viernes.
Apenas insinuando «como quien no quiere la cosa», a la
manera del más simple y ordinario gesto, amparada a lo explícito y
sencillamente abarcador de la imagen fotográfica la escritora y fotógrafa, Marlen
Ramírez, nos propone un conjunto para invitarnos a reflexionar, sin
dogmatismos.
Lo artístico en la muestra, estriba en la construcción y
composición de un todo que se «disfraza» de ingenua y «simple» cotidianidad.
"Guatemala", 2018. Fotografía digital. Marlen Ramírez
USAR EL MEDIO: Mensaje paradójico
Desde el título de la exposición la autora no solo expone
un conjunto discreto de fotografías con sujetos femeninos, sino que el criterio
para incorporarlas es, que las retratadas deben ser «mujeres que inspiran»; en
el sentido de manifestar el potencial referencial inspirador de la Mujer, en
medio del discurso social sobre los paradigmas y arquetipos de género, la
equidad, o la visualización de las diferentes formas de violencia que les
afecta. Por eso escogió para la inauguración la fecha más próxima al Día
Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer (25 de
noviembre).
La obra en conjunto manifiesta la visión individual de la
autora, que busca hacer reflexionar a la audiencia, desde un discurso gráfico, mediante
el relato fotográfico.
Desde mi retomado oficio de «Crítica fenomenológica» (1),
–método que propuse y ejercí años antes – pretendo hacer un enfoque dedicado
sobre lo que «se dice», y en la coyuntura en que se hace, como una forma de
dilucidar algunos criterios sobre: la pertinencia del «lenguaje», sus medios y
el posible germen de la fruición estética, propiciada por el conjunto y sus
elementos discursivos. Por la razón de
que la exposición no se presenta como un ensayo documental de la fotografía
periodística, sino más bien como una muestra de fotografía artística.
El teórico de la comunicación masiva, Marshall MacLuhan, propuso
que los contenidos del mensaje experimentaban transformaciones en relación a la
«naturaleza» del Medio por el que se expresaba, que desde la aparición de la
Imprenta ese fenómeno se había mantenido, más o menos imperceptible; pero hacía
énfasis que, desde la aparición de la Radio, el principal componente
transformador de los contenidos y sus interpretaciones era la Inmediatez.
A poco menos de 58 años, nos resulta
más que evidente en los albores de la Revolución Multimedial, que el efecto de
las consecuencias de las particularidades de los Medios, no solamente, es mayor,
sino que además experimentamos la aparición de sistemas «Multimediales» que:
integran, secuencializan y ecualizan, simultáneamente varios “Medios”
diferentes, donde el «MetaMensaje» resulta de la sinergía de los discursos
contenidos en cada Medio integrado en el gesto comunicativo.
"Contra el tiempo", 2018. Fotografía digital. Marlen Ramírez
MENSAJE EN SÍ MISMO
Para teóricos y pedestres, es
más que evidente que la profusión, la velocidad de acceso o exposición a la
información, se ha incrementado como consecuencia de la integración de las
Redes Globales; y que esto demanda de cada cual, un esfuerzo proporcional para
discernir, en volumen, calidad y verosimilitud, los contenidos. No podemos entonces, dejar de hacer evidente que,
en lo referido a la percepción estética, se espera que resulten adaptaciones
semejantes –desde antes de Kant y Schiller Ética y «Est-ética», se rozan las
espaldas –.
La mayoría de las personas, portamos en nuestros teléfonos
inteligentes, sistemas fotográficos y audiovisuales, que – si se pudieran
comparar – superan en mucho la capacidad, rendimiento y calidad, de los
equipamientos profesionales de los años 70.
En nuestras cuentas de las Redes Sociales, en Facebook, Twitter e
Instagram, cada cual, tiene archivadas tal cantidad de fotografías, de manera
que, para que una persona nacida en los 40 llegara a tener tantas imágenes debería
nacer al menos dos veces, y cuidado sino más.
¿Qué nos pueden «decir» ahora con una fotografía más?, o si
quiere un grupo de ellas, qué de diferente, de único, o extraordinario, cuando la
vida transcurre, abundada de instantáneas, vídeos y transmisiones en vivo,
visibles desde mi «smartphone», la computadora o la Pantalla inteligente.
Y hablando de los «contenidos», de los significados; tal
profusión de imágenes multimediales, están referidas a todo un universo de
temas, que lo único que tienen en común es: la inmediatez, la especificidad
temporal, la futilidad y la atención efímera que podemos – nos dejan –
prestarles; lo que ha creado una condición en la que vivimos, navegamos,
atravesando nódulos temáticos tan grandes como difusos e indiferentes; y a esa
dinámica nos adecuamos, nos adaptamos, y normalizamos.
Desde tal entorno, parece una obviedad, pero estamos tan
inmersos en la vorágine se nos impele a adaptarnos sin prestar apenas atención
a los detalles; entonces, ahora proponer una Exposición de fotografía en un
espacio público, es en sí mismo un mensaje; es convocar a un oasis, a un
subcampo, un ámbito que está como suspendido en gravedad cero; no está desvinculado,
pero tiene su propio espacio-tiempo, para desarrollar la interacción. Lo que resulta en una cierta actualización
circunstancial del fenómeno de la «pinacoteca».
Independientemente de la persona proponente, una exposición
de fotografía artística hoy, resulta un acto de «rebeldía», sobre todo la que
se expresa, capturando momentos de espacio/tiempo, – «al sujeto y su
circunstancia» (Ortega y Gasset) – en lo que se ha dado en llamar «en vivo»;
porque implica de la persona creadora, la que está detrás del lente, toda la
intuición y capacidad, para lograr en medio del tráfago, hacer las apropiadas
valoraciones técnicas, «ortográficas» y de la «gramática visual», eficaces para
transmitir los significados armónicamente; y de tal manera que en la
postproducción y la reproducción la identidad entre sujeto y contenido sea tal
que trascienda con belleza. Rebeldía,
que por el mínimo detalle, puede llevarse al traste la intencionalidad
artística, degradando el argumento gráfico hasta convertirlo en una más; entre
millones de fotografías, fútiles y efímeras.
"Entre flores", 2018. Fotografía digital. Marlen Ramírez
IMÁGENES-IMAGINACIONES
En referencia a la exposición como interacción crítica, en
la complicidad entre el gesto de quien propone y la recreación de quien
percibe; hay que empezar por deliberar sobre las posibles interpretaciones del
título y sus correspondencias con la evidencia de las obras expuestas;
solamente después de eso podríamos entrar a valorar en lo atinente o la forma
en que los elementos objetivos e iconográficos, contribuyen en la composición y
– para presentar en las obras particulares y la exposición completa – la
armonía. Solamente así; podríamos tener
una idea de la forma en que el asombro emerge de lo aparentemente evidente u
ordinario, en la paradoja del contenido – según expone Barthes –que nunca llega
a resolverse en la fotografía, y que es allí donde está la génesis de su
esteticidad.
[«…La paradoja
fotográfica sería entonces la coexistencia de dos mensajes, uno sin código (lo
análogo fotográfico) y el otro con código (el tratamiento, o la retórica fotográfica)
…»]
Tres son las acepciones básicas de /inspirar/:
(i) despertar o promover sentimientos o ideas;
(ii) como sinónimo de sugerencia; y
(iii) como el intransitivo, en el sentido sinónimo de
asumir – que en este caso el complemento sería tácito – /Inspirar-se/.
Así que
según se interprete la conjugación, en primera o segunda persona, las
implicaciones del título cambian con respecto a las acepciones típicas:
Femeninas que despiertan sentimientos y/o ideas, en quienes
interactúan.
Femeninas que sugieren argumentos, a las otras personas.
Femeninas que asumen un modelo (una interpretación) en
referencia, para sí mismos.
La valoración crítica del aporte conceptual de la
exposición dependerá de que cada una de las imágenes,
cada una de las mujeres retratadas y sus entornos; despierten en las personas
perceptoras, la necesidad de hacerse algunas preguntas (2); además
de que, también, cada obra y el conjunto de ellas, aporte las respuestas
alternativas que desarrollen el dialogo y la consciencia. Todo esto en la dimensión de la función
comunicadora del Arte Fotográfico.
De que toda esta «lectura» acontezca con fluidez y
relajación, de la forma en que cada obra y la secuencia de ellas en la
exposición; permita a la perceptora ahondar en los detalles, sin experimentar,
ninguna aprehensión injustificada, o premura; de todo ello, dependerá la
valoración estética que podría hacerse de la experiencia.
"Nicaragua, nicaraguita", 2018. Fotografía digital. Marlen Ramírez
MUJER
COMO REFERENTE
Como Semiosis (onto-significación) se
conoce desde Pierce, al proceso dinámico con que la unidad significante y
significadora, el Signo; adquiere sentido: en relación con sí mismo, en
relación con el Objeto que representa; y en relación a otro signo que participa
de la función, estableciendo los «límites de esas identificaciones entre Signo
y Objeto; ese tercero articulador se llama Interpretante.
De las anteriores preguntas realizadas
sobre las interpretaciones posibles del Título y de las seis «preguntas
generadoras» según los «procedimientos» como categorías críticas esenciales
«barthesanas», sobre la imagen fotográfica y su «mensaje»; todo esto de cara a
la exposición Mujeres que inspiran, de Marlen Ramírez, lo fundamental con lo
que de forma personal me quedo es:
Se propone un discurso gráfico, en los
diferentes recorridos secuenciales y en cada propuesta individual, en el que el
concepto de /mujer-mujeres/ asume la participación de una semiosis identitaria
abierta.
A partir de lo contundente – de lo
manifiesto y explícito – del gesto fotográfico, desde el encuadre, la
composición, la iluminación; en fin, de los elementos, procedimientos y
operaciones teóricas articuladas, de la voluntad fotográfica; la autora:
— No impone su concepción de
/mujer-mujeres/, como arquetipos o prototipos;
— Con la noción de /inspiran/, no
somete las identidades a cumplir un rol estático, de un elemento en una
vitrina, que además está ajustada – la vitrina – para mostrar desde un solo
frente «atractivo», el discurso que resulta «oportuno».
— En ese sentido el relato gráfico de
Marlen, no es maniqueo, ni panfletario, ni «políticamente correcto»; es
reactivo y confrontativo sí, pero sin aspavientos ni imposiciones.
— El concepto /mujer-mujeres/, entra a
constituirse en elemento de una «semiosis particular»; como Signo
multidimensional y categórico, de frente al Objeto que es la condición de
Mujer; pero en una dinámica estructurante donde la función del Interpretante,
la asume un signo que está auto referido a una acción verbal, más que a una
sustantivación; es otro signo de mujer, pero que asume identidad como
actora-actriz de la /inspiración/.
— Constituyéndose la /mujer-mujeres/, en
/Inspirante/, se dinamiza un proceso abierto de «plurisignificación», que
trasciende la transmisión de «mandatos» y «roles» del imaginario, y de una
forma paradójica – como define Barthes, que es lo antológicamente propio del
mensaje fotográfico –.
— Marlen Ramírez, consigue que en cada foto y en las
secuencias formadas por ellas; se establezca un relato, contado en, y por, los
diferentes tipos de narrador (protagonista, en segunda persona, testigo, equisciente,
y omnisciente), activando en esa «Semiosis
de Inspirante», las experiencias previas y asociaciones de las personas
espectadoras; pero de una manera en que la apariencia primara de la imagen –sin
disgustar –, no satisface el cerramiento interpretativo; lo que hace que se
«enganche» la perceptora, en la acción pluri-semántica del /Inspirante/. Así consigue la fotógrafa, que se construya-revele
el poema, desde un muy bien fingido distanciamiento, que inspira, para
participar en complicidad inducida, de la obra abierta.
"Atadas al silencio", 2018. Fotografía digital. Marlen Ramírez
ARMONÍA EN TÉTRADA DE COMPLEMENTARIOS
En lo particular, dentro de todos los méritos de producción
técnicos y teóricos, que podrían reconocerse, quiero hacer énfasis en las
armonías cromáticas, en la mayoría de las fotografías.
El esquema frecuente es el de la Tétrada de complementarios;
y que al espectador desatento le podría parecer «normal»; como una consecuencia
de la iluminación«natural» y la «toma en vivo»; pero no es así, la fotógrafa y
la que edita, tiene una sensibilidad particular que detecta y explota ese
esquema cromático; como un recurso doble: (i) para categorizar dinámicamente al
sujeto dentro de su coyuntura, y (ii) para «estetizar» tácitamente el discurso,
desmarcándolo de la «objetividad de la instantánea» del «reportivismo»
gráfico. Y en los casos en los que no
usa este esquema cromático, apuesta por una armonía de análogos, en grises
terciarios, con dominantes de contraste; que igualmente, parece lo típico de
una toma de la «cotidianidad»; pero que realmente está escogida para
«dramatizar» la escena y sus actoras.
Emmanuel Calvo Canossa
Emmanuel Calvo Canossa
Notas al pie…
(1) Se trata de
percibir y reflexionar sobre lo que está, en la propuesta artística misma, sin
agregar ni un solo elemento externo al sistema de valores en que surgen las
obras y la composición del conjunto. Se
debe hacer propuestas desde la intención del aprendizaje colaborativo,
facilitando –desde el humanismo – marcos de referencia con los cuales las
personas puedan asumir un rol participativo y de co-creadoras de las obras
percibidas, de manera que podamos todas las personas, promover, construir y
ejercer nuestros derechos culturales, como explicitación del respeto a la
dignidad de cada cual; y de las diversas manifestaciones culturales, que son
patrimonio intangible de nuestra nacionalidad «multiétnica y pluricultural».
(2) Personas con identidad femenina, se dice
fácil; pero ¿cuánto implica?: ¿qué es lo femenino?, ¿es lo mismo que
femineidad?; ¿cómo lo femenino se constituye en identidad?, ¿esa identidad es
percibida (asumida) desde la persona o desde las otras personas?; ¿es
determinismo o emancipación?; ¿cómo y cuándo la identidad se configura en
imagen?; ¿esa imagen homogeniza o «heterogeniza»?, y ¿hasta dónde?… De esa manera se puede proseguir;
cuestionando sobre la carga conceptual de la condición misma del concepto
/mujer/ y aparte, reflexionar sobre el potencial y sentido para ejecutar las
diferentes acepciones del verbo /inspirar/.
(3)
Trucaje:
• ¿Se utiliza la «credibilidad» de
la fotografía, para hacer pasar por propio y evidente, un mensaje que es, en
realidad, fuertemente incorporado?
Pose:
• ¿Se ajusta la disposición del
sujeto, para que el lector reciba como simple denotación lo que de hecho es una
estructura doble, manifiesta - sugerida?
Objetos:
• ¿Se utilizan – o se pone
énfasis compositivo en algunos – objetos para sugerir y «orientar» el sentido
que se quiere relacionar con el sujeto?
Fotogenia:
• ¿Se resaltan determinados
atributos propios del sujeto, por la manipulación de la iluminación, el
enfoque, el plano, la resolución, la textura, etc. para «legitimar o imponer»
una interpretación? [Belleza
Natural/Belleza Adherente; Estética kantiana]
Esteticismo:
• ¿Se puede constatar en las fotografías,
la intención explicita de «conectar» la composición o cualquier tratamiento
técnico; para que se establezca la asociación con alguna otra «obra clásica»?
Sintaxis:
• ¿La interpretación que se hace
sobre el título de la exposición, de cada una de las obras, y los contenidos;
como la apreciación de cada elemento; dependen de la secuencia en la que
aparecen dispuestas las fotografías?
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