FLORA SAENZ: Mirar la realidad con ojos primitivos

La búsqueda de la innovación en la plástica contemporánea provoca un interés creciente en los artistas por revisar el pasado. A este grupo pertenece la pintora Flora Sáenz de Langlois (Costa Rica, n. 1927) que ha encontrado una nueva manera de ver el mundo a través de una técnica del medioevo.

La punta de la planta encontró en Flora una de su más fervientes y fieles seguidoras, permitiéndole ocupar un lugar prominente en la plástica de los Estados Unidos, donde radica desde hace más de 40 años.

La artista costarricense que ostenta una maestría, abandonó desde hace varios años la acuarela y el dibujo a plumilla que la dieran a conocer en Costa Rica, en el año 1952. Entonces su interés era definirse como pintora. El tiempo y su decisión han determinado que sea el dibujo su género preferido.

Como técnica, la punta de plata data del siglo XIII, cuando los maestros flamencos la utilizaban para dibujar sobre papel y materiales semejantes. La técnica tuvo su apogeo en el siglo XV, a fines de la Edad Media en Italia, donde finalmente fue sustituida por otros instrumentos de expresión artística.

"Which way mother", 1979. 

Rescatar en el siglo XX  dicha forma de dibujar, y más aún practicarla, no significó poco esfuerzo para Flora Sáenz, ya que en el medio estadounidense se vive una innovación constante, y no se pierde tiempo en el detalle y en desarrollar la paciencia requerida por los artesanos del medioevo.

“La preocupación por el detalle -explica la autora- me llevó a interesarme por la punta de plata, que como filamento permite un trazo firme y muy fino. Además con el tiempo el dibujo realizado adquiere un brillo particular debido a la oxidación del metal empleado”.

Más preocupada por la línea que por la figura, Flora Sáenz,  ha encontrado en el método citado una forma única de reproducir, sin ser por ello copia, el detalle de una hoja, de un ala de ave, así como el complejo entretejido de líneas paralelas, oblicuas, curvas y rectas de una mano. O bien de una raíz profunda.

Mientras estudiaba en la Universidad de Wisconsin, descubrió la punta de plata, por accidente. El alto costo de los materiales del grabado que empleaba entonces, dejó de ser un obstáculo al momento en que pudo dibujar directamente en el papel mediante ese método.

AUTENTICIDAD

Como medio de expresión artístico, la punta de plata, pese al lento, paciente y laborioso trabajo que implica, no ha significado para Flora Sáenz un pero a su creatividad. “Un artista -afirma- debe expresarse naturalmente, como es y se siente mejor. Para mí la punta de plata es el medio expresivo por excelencia, con él me siento yo”.

Por otra parte, agrega, en los Estados Unidos hay varios dibujantes que emplean esta técnica, sin embargo, hay una gran diferencia entre su obra y la de ellos.

Mientras esos creadores abordan diversos temas con sólo un color, ella emplea varios colores en cada pieza que realiza, ese es su aporte al género. Parte de esta iniciativa surgió cuando hizo su tesis sobre esa técnica. La labor de investigación le permitió reconocer la posibilidad del color en sus múltiples gamas, a través de esa forma de dibujar.

Esta incorporación del color la logra Flora a través del papel sensible que emplea y el cual es de colores suaves. Así, por ejemplo, el dibujo de una “raíz” lo puede hacer sobre una superficie rosada, sobre la cual los trazos grises de la punta de plata, se transforman con el tiempo en tonos cafés.

Los clientes de varias galerías de Wisconsin, donde radica la autora, se empezaron a interesar por su trabajo hace varios años, motivados por su amor al pasado.

Sin embargo, Sáenz explica que ella no quiere mediante su obra, retornar a tiempos pretéritos. “Lo que sucede es que mi vocación por el surrealismo influye en mis temas, delatando no épocas antiguas, sino algunas experiencias que han ocurrido cuando estudiaba en el Colegio de Sion, en una edificación que estaba rodeada de murallas, cuyos detalles aparecen en algunos trabajos”.

La vegetación exuberante del trópico, en particular de Costa Rica, ha sido un elemento de arraigo para la dibujante con su Patria. Aunque su distanciamiento no le permite afirmarse como una nacionalista a la usanza de los paisajistas tipo Quico Quirós, pues su estilo y concepción estética difieren, el país ha sido tema en su aspecto botánico de buena parte de sus obras.

Juan Carlos Flores Zúñiga, M.A., BSc, CPLC, AICA

Fuente: Semanario Universitario. SINABI (2017), p.11. Publicado en la edición del al 12 de Junio de 1980. Revisado por el autor el 28 de marzo, 2018

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