JOSÉ SANCHO: Sin mayores sorpresas

Esculturas de José Sancho (Costa Rica, n. 1935): 38 piezas en mármol y madera. Plaza de la Cultura, del 7 de mayo al 7 de julio de 1985, de martes a domingo.

Tres años después de su última exposición, el escultor puntarenense, José Sancho, muestra su obra en la capital costarricense, sin mayores sorpresas a no ser un mayor oficio y una exquisita colección de animales “prehistóricos”, en mármol negro y blanco.

De las 38 piezas expuestas sólo “Sierpe" “Vuelo rasante” y “Vuelo nocturno”, todas en mármol, trascienden el oficio y permiten intuir un vuelo poético, que afirma su condición de escultor.

Con un patente arraigo en obras anteriores, Sancho, de profesión economista, no abandona del todo su veta primitiva, a la vez sincrética, aun en los trabajos pretendidamente abstractos.

Este escultor carece de la intencionalidad (concepto) que le permita abandonar lo figurativo y entrar de lleno en el espíritu moderno, la abstracción entendida como ¨no representación” del mundo visible, de lo que resulta que su obra no puede ser abstracta, mientras se mueva “entre dos aguas”, sin optar por ninguna al concretar una nueva escultura.

El pecado de Sancho es el “manierismo”, que se evidencia en su toma de elementos abstractos y primitivos, por igual, sin un concepto plástico que le permita discriminar la bondad de uno y de otro, así como entender que para ser primitivo hay que nacer ingenuo y mantenerse así mientras que para crear arte abstracto debe existir una conducta y una intención modernas y superar lo figurativo.

Estas deficiencias son “cubiertas”, no resueltas, con un excesivo celo en el detalle y el acabado final de sus esculturas.


"Metamorfosis", 1984. Mármol negro

LASTRE CULTURAL

La muestra en la Plaza de la Cultura prueba que Sancho participa del movimiento moderno en sus anécdotas y acabados, más no en su esencia, ya que es un hijo de la tierra, y de la naturaleza húmeda y tropical costarricense, aunque a veces lo sienta como un “lastre cultural”.

Se lo ha descrito como un autor dedicado a la animalística, valga decir a esculpir figuras animales, pero con todo y que le falta más investigación y, por ende, proceso, madurez, Sancho no es un simple escultor de animales. El ya busca el alma de cada figura o pensamiento que arranca a la piedra o a la madera, el nervio y lo etéreo que le da significado y sentido.

Sin embargo, su manierismo le impide dejar algo a la imaginación del espectador, todo lo “digiere”, vedando la interpretación y desarrollo humanos.


"Vuelo", 1982. Mármol blanco.

POSIBILIDADES Y RETOS

Convendría que José Sancho enriqueciera su producción con una mayor entrega en materia ya no de oficio, sino de espíritu, adentrándose en lo universal cósmico de la naturaleza costarricense y latinoamericana.

Atravesar la sala de su presente muestra es como revivir un proceso de reiteración, donde sólo pueden atraer por su búsqueda las creaciones más abstractas, siempre plenas de un trabajo artesanal exquisito.

Su respeto por los materiales y el público que los recibe transformados son reveladores de la naturaleza profesional y perfeccionistas de este autor porteño, cualidades que sin duda se verían mayormente recompensadas por una consecuente disposición a la investigación escultórica en las raíces culturales nativas y no en una creación ecléctica, como la actual.

No hay nada aquí de la armonía austera y de la claridad ajena a todo anecdotismo que permitieron a algunos osados compararlo con el escultor rumano Constantin Brancusi, tiempo atrás.

Sancho carece de continuidad en materia de creación de obras simbólicas, no es tampoco un místico o un filósofo, como su extinto colega rumano pero sí hay en él un dominio de las formas simples y puras, lo que se suma a un refinadísimo
trabajo sobre las superficies, que puede explotar más.

El gratuito parecido ha quedado lejos, estamos en 1985, ante un artista de mayores posibilidades y retos, la etapa de la complacencia y lo “bonito” ya terminó para José Sancho. Esperamos con ansias su próxima muestra.

Juan Carlos Flores Zúñiga, M.A., BSc, CPLC, AICA

Fuente: La Nación SINABI (2018), p. 2B. Publicado en la edición del viernes 31 de mayo, 1985. Revisado por el autor, el 28 de agosto, 2018.  

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