ALEXANDER CHÁVEZ: Desplazamiento del dolor
Performance de Alexander Chávez Villalobos. Videoarte. Continuo Latido-americano de Performance 2020. Evento internacional virtual con 400 artistas del continente por ZOOM y FB Live.
Durante el mes de noviembre y parte de diciembre del tan enigmático 2020, se realiza el Continuo Latido-americano de Performance, evento internacional al cual acuden unos 400 artistas del continente, y la diaspora a Europa y Estados Unidos, realizado de manera virtual en zoom y FB Live. Presenta propuestas por cada país, mesas de investigación, crítica y teorización, en un nutrido programa avistado por redes sociales.
En lo apreciado aflora una amplia diversidad de posicionamientos estéticos, políticos, sociales, culturales, pero entre todo media la poesía, el lenguaje del cuerpo, las acentuaciones y uso de figuras muy propias de lo contemporáneo: Amalgaman un arte como el performance que, crece y se fortalece con el presente acontecimiento de esta disciplina o práctica artística.
CHÁVEZ Y EL DOLOR
El video-performance titulado Desplazamiento del dolor, del costarricense Alexander Chaves Villalobos, es uno de los “latidos” exhibidos, presenta varios signos de enorme contundencia para el sentido de lectura e interpretación, y, que me apresto a comentar sus elementos estructurales:
-En primer instancia está el mar y el oleaje, con su fuerza y sonoridad latente, la cual es sentida o percibida según sea nuestra experiencia de observador, en tanto activa el sí mismo, la auto contemplación, si alguna vez se estuvo metido en una jaula de hierro en el agua, lo cual se vuelve contingente de la propia memoria.
-La noche fría y la luz de luna, contra el índigo profundo y oscuro del océano que motiva a pensar en un canto marino, de las criaturas que pueblan los fondos, de profusa sonoridad.
-También se aprecia la caja carcelera, que parece una de aquellas utilizadas por los exploradores marinos cuando se sumergen en las mesetas oceánicas, y así protegerse de los tiburones.
-Y, finalmente, cuenta el clarear del amanecer: Salir a flote, ver la luz de un nuevo día a pesar de las contingencias pasadas que llevaron al sujeto del performance a estar ahí estigmatizado por la incertidumbre, y nosotros como espectadores vivenciándolo.
TRAMA VIVENCIAL
Dicho sujeto, el artista mismo, forcejea en el interior de la caja de barras ferrosas, intentando dominar la fuerza del oleaje, pues si lo vence, quizás, penetraría al fondo. Ocurre, además, un signo que no es aparente sino que lo leemos el título del video: El dolor que reaparece, la última acción donde se le ve al sujeto tirado sobre las arenas costeras, no es un signo de estar vencido, sino airoso ante las contingencias.
De alguna manera también entra en este compendio de la práctica artística, la mencionada jaula carcelera que tantos individuos llevamos dentro, encierro psicológico, que impide salir, y cada vez más se transforma para mantenernos en vilo: Simbolizan los problemas, injusticias, odios, envidias, rencillas, son una forma de dolor expandido que adversa la política, nacional e internacional, y la beligerancia social que también acorrala a quienes se tiene cerca.
ORIGEN DEL DOLOR
Al consumirnos en la trama, nos preguntamos: ¿A qué viene o cuál es el origen del dolor?, ¿qué le provoca? Esta pregunta se la hice al artista quien me respondió que lo provoca la pérdida de libertad, por la actual situación de la pandemia, por la crisis en la economía, por la política mundial y demarcaje del poder hegemónico, relaciones que a diario se entablan con la sociedad. Se trata de esas cargas que hunden la jaula carcelera para hacernos sentir ahogo, soledad, y abandono ante la realidad que nos compunge.
La jaula se aprecia en el horizonte del paisaje marino nocturno, y la escena, muy cinematográfica, casi de inmediato nos lleva al individuo que forcejea ante el no saber qué ocurrirá. Uno se pregunta ante esta vicisitud, ¿a quién desplaza el dolor?, o, ¿quién está ahí engullido por las vicisitudes de la vida?
También se es consciente que a veces, aunque uno se encuentre libre, no se percata de estarlo, se mantiene dentro de la confusión del abordaje de estar tras barrotes.
REFERENCIALIDAD
De alguna manera me parece una figura que me gusta utilizar en mis comentarios, y es la del personaje que se encuentra clavado al centro de la tierra por un rayo de luz, pero de repente clarea y ese individuo no sabe qué hacer, ante tal grado de libertad.
Esta figura poética es del escritor hermetista Salvatore Quasimodo, que me es útil al ilustrar estos “tropos” que nos motivan a cuestionarnos acerca de la situación presente, e intentar darle vuelta a los problemas para avistarlos desde una perspectiva distinta, y, con una nueva luz o el clarear de la aurora, no dejar que el mal se nos pegue a la piel, como la metáfora de los vestidos, en en otro poema esta vez del connacional Jorge Debravo, que en vez de objetos de uso truecan en carceleros.
Ante la realidad actual, la pandemia, el confinamiento, se están dando importantes luchas, y pareciera que la cuarentena sirvió para madurar deseos de libertad, sobre todo en las segmentaciones de la población joven, y de romper con aquellas ataduras sociales y culturales del pasado, que pareciera esa oscura profundidad del mar que se nos viene encima una y otra vez:
Vimos, en estos meses como en Chile la juventud se pronunció por la adopción de una nueva constitución, que observe las transformaciones actuales maduradas para enfrentar al poder. Asentimos con respeto pero alegres que los peruanos se pronunciaran para no admitir el nombramiento de un presidente repelido por las masas ciudadanas. También se advierten pugnas en el caso cubano de San Isidro, disidentes que llegaron al limite de la huelga de hambre y sed por sus ansias de libertad.
O en Guatemala, que se da una zaga de las beligerancias políticas para tener una transformación y un mañana, no un chasco más en la historia política moderna en los países del istmo, que de alguna manera es alborada, aurora, renacer ataviado de esperanzas, y no crónica de una muerte anunciada.
NUDOS HEURISTICOS
Esto y muchas cosas más despliegan la
lectura e interpretación de los signos expuestos en el video de Alexander
Chaves, y aún quedan algunos más anudados en los troncos y rocas de las
escolleras costeras; esperando que alguien, otro artista, llegue a desanudarlas y abordar
lo que se coló entre los resquicios del tiempo, y por lo tanto quedó fuera de las escenas filmadas del video-performance, y
que como espectadores reclamamos.
Está la propia interpretación del artista y que no tiene porque ser la misma mía, o la de otro espectador que puede que se consuma aun mas en esa lucha por emerger de las vicisitudes del océano.
Luis Fernando Quirós Valverde, Investigador y curador de arte
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