AMIRAH GAZEL: El disruptivo mundo del SerEstar
Exhibición “SerEstar (da-sein)” de Amirah Gazel Romero (n. 1964). 14 obras en pintura al óleo sobre tela. Biblioteca Nacional de Costa Rica. Del 3 al 30 de marzo, de 2023, de lunes a viernes.
¡Ser/Estar! No podría haber mejor título
para esta exposición de Amirah Gazel que ESTAR EN EL MUNDO, un profundo y
gozoso cuestionamiento de la existencia. Evoca a Heidegger, después de todo,
fue él quien creó la expresión Da sein.
Es importante señalar que en
alemán e inglés el verbo 'ser' también es el verbo 'estar'. Y, como no tenemos
esa duplicidad de significados, tanto en español como en portugués, nada mejor
que inventar otra traducción para o Da
sein, quizás más poética y más esclarecedora, y que reúna estas dos
circunstancias: SERESTAR, palabra que contiene, además de ‘estar’ y ‘ser’, la
melodía de la palabra ‘seresta’ ( lo más cercano em español seria serenata).
Podemos dar un paso más y
proponer otro neologismo: el SERESTANTE, germinando en esta expresión el
'estante', como el ser que se sustenta y custodia a sí mismo ya los demás. El
ser instantáneo en transformación.
Una existencia 'serestando'
implica también un mantenimiento (maintenance,
maintenant), un andamio. El Da sein
es pues estar ahí en el mundo, estar en el mundo. Y, es sólo siendo, siendo
consciente de esta existencia que puedo asumir la 'Identidad en el mundo', y también del mundo.
Las pinturas de Amirah Gazel son Metanarrativas, traducen y apuntan a esta custodia de otros seres en el mundo, el 'serestar' de Amirah es una fusión de seres: plantas, animales y humanos, sus pinturas remiten a través de sus formas a una cuestión primaria, un punto de origen, cuando los seres del mundo aún no habían sido divididos en especies por el hombre, y todos eran simplemente seres: de células, plantas, manos, animales, pájaros, bailarinas, todo mezclado.
Lo que parece abstracción, abstraccionismo sobre el lienzo, a primera vista, también podemos verlos como mapas, -no esos mapas que aprendemos en la escuela-, sino como mapas de culturas indígenas ancestrales que necesitan de la narración oral para ser comprensibles, acentuando la cuestión de estar en el mundo y soportar el mundo antes de que suceda La Caída del cielo (A queda do céu), como lo explica el chamán Davi Kopenawa en su libro de mismo título.
Todavía podemos ver estas pinturas como el desalojo de la
interioridad de Amirah expuesta, desplegada a través de colores, manchas,
líneas; es decir, los sentimientos exteriorizados, convertidos y plasmados en
la pantalla.
Sin embargo, podría ser, quizás, un proyecto de autorrepresentación del ser, aquí y ahora en el mundo. Un proyecto lleno de colores brillantes, alegres y transformaciones que apuntan al verdadero sentido de la vida, del 'estar en común' y en el colectivo de todos los seres de este planeta, aunque estén en disputa. Una obra que finalmente cuestiona lo humano y el humanismo; Heidegger ya había hecho esta crítica al cuestionar el llamado humanismo, el hombre como centro del mundo al final de la segunda guerra en su Carta al Humanismo.
No importa mucho si este SER EN EL
MUNDO es una creación de Heidegger o no, porque los pueblos ancestrales ya
tenían esta comprensión de la existencia más allá de Heidegger, siempre
mantuvieron una relación armoniosa y servil con la madre naturaleza, la Pachamama, La
Diosa y su alma.
Heidegger partió de la
cuestión del lenguaje para pensar el habitar, el ser y el estar, el lenguaje
como lugar de lo poético que sostiene la esencia de ese morar, existir. Para él
el lenguaje funda el ser, somos lo que somos por el lenguaje, es importante
agregar aquí que también consideraba el lenguaje simbólico pictórico, la
pintura. Pensamos lo que pensamos a través del lenguaje, él determina nuestro
pensamiento. Y este pensar también construye nuestro 'vivir', funda el ser y
nos hace lo que somos; pero parece que últimamente corremos el riesgo de que
nos derrumben la casa, estamos construyendo y pensando muy mal la vida. Pero
este pensar demasiado es también La
voluntad del Poder (Nietzsche), la creencia equivocada en la supremacía del
hombre.
Cuando pienso en un lugar,
dirección, hogar; en este caso, estoy pensando principalmente en la naturaleza,
la tierra. El poder del pensamiento de la naturaleza sobre nosotros. Ella nos
susurra, nos pone ideas y pensamientos 'pensantes' que están determinados
exactamente por ella, la casa la naturaleza nos habla cuando estamos plenamente
'situados' y abiertos es en cuanto seres en ella. La charla infinita del mundo. En
la medida del 'con' en que 'construimos' también somos 'construidos'. Hacemos Compromisos mutuos.
Hay también en este sentido
del cuidado, un amor perdido con la naturaleza, pués amar es cuidar, y también
construir; encubiertamente, una forma de amar y relacionarse con el mundo. El
amor es más que una categoría de espacio amoroso, quizás es el principio mismo,
aún no permitido, indecible que puede vincular todos los lugares, todas las
cosas.
Mientras exhibe su ser
en el mundo, Amirah Gazel revela felizmente la ausencia del mundo de las máquinas, la
tecnología moderna solo nos teme hecho olvidar la dimensión del ser, ella es la
gran máquina del encuadre, la desesperación, el desamparo y la desesperanza.
Olvidar por qué se existe, olvidar por qué se vive y se demora (habita) y se
construye, lamentablemente termina siendo parte del andar del hombre sobre la
tierra. El triste ‘destierramento’, la 'despedida'. Amirah con sus lienzos nos
lo cuenta todo y lo propone todo al revés.
Construir es ya en sí mismo habitar, vivir (habitar), y por qué no considerar que la pintura ya es en sí misma una morada, un estar, un lugar, una casa. El ser mismo en la pintura. O vivir serestando (being) en la pintura.
Cuando el artista
pinta se siente verdaderamente en casa, está centrado y concentrado en el mundo.
Vive La inocencia del devenir. Vivir,
finalmente, es percibirse como un ser de la propia mortalidad en la tierra, ese
es el Germen del cambio. Y, la
esencia de la construcción es simplemente 'dejarse llevar'. Let it be.
Dr. Fernando Freitas
Fuão, editor Revista PIXO, Porto Alegre, Brasil
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