CARLOS TORRES: Literatura y Plástica
Exposición individual de Carlos Torres (México, n.1949). Series de
trípticos y “caches” en técnica mixta sobre papel y madera: “claroscuro”.
Galería Nacional de Arte Contemporáneo (GANAC). Del 1 de diciembre de 1986 al 7 de
enero, 1987, de lunes sábado.
LITERATURA Y PLÁSTICA
El negro, en cuanto color, puede ser fondo, estructura y elemento plástico, no sólo ausencia de luz. La obturación del yang puro del negro en las pinturas, no logra darles la significación y fuerza que pretende el autor, y cuya ausencia es crítica velada en algunos pintores contemporáneos.
Juan Carlos Flores Zúñiga, M.A., BSc, CPLC, ACC, AICA
Fuente: La Nación. SINABI (2017), p.2B. Publicado el 12 de Diciembre, 1986. Revisado por el autor el 11 de Mayo, 2018.
La saturación del mercado artístico, con base
en obras débiles en profundidad ideativa y oficio, ha lacerado lenta y
pertinazmente la sensibilidad e inteligencia del espectador, en distintos
medios culturales. No obstante, algunos afirman que el público se ha vuelto
miope respecto a la pintura y sordo hacia la música.
Pero los optimistas siguen confrontando su
obra creativa, a pesar de los obstáculos, puestos por la ignorancia y la
truculencia, entre sus actos y la percepción de los demás. Otros, en cambio,
aprovechan esos obstáculos para hacer de las limitaciones del espectador
promedio un “arte” en sí mismo, para
vender lo didáctico como si fuera artístico.
El fotógrafo y pintor mexicano, residente en
París desde 1974, Carlos Torres, con una evidente carrera como expositor,
parece inscribirse en la segunda tónica.
Se vale para ello de series donde utiliza el
color negro para esconder, deliberadamente, lo que ha representado en colores
sobrios y a veces “sucios”.
De canon no figurativo, su trabajo evade el
límite del marco del cuadro tradicional, para instalarnos en una visión oscura
de sus propósitos y resultados. Intenta jugar a un escondido con el espectador,
con el pretexto de estimular la activación de procesos físico-mentales que completen
la ausencia de concreción plástica.
A su manera, nos participa de una
intencionalidad didáctica. Esta puede ser válida, como intento de limpiar la
percepción visual del público habituado a las exposiciones pseudoartísticas.
Pero ello a costa de no proponer una obra personal, fecunda plásticamente y,
auténtica, como resultado de un quehacer disciplinado y profundo.
"Sin título", Técnica mixta sobre tela.
LITERATURA Y PLÁSTICA
La activación que intente en el receptor de
su pintura, parte de las consideraciones literarias (lirismo y esnobismos) de
quienes prologan su conjunto titulado “Claroscuro”.
La anécdota, por débil que sea, siempre es susceptible de ser engrandecida por
un escritor y aún por quien, sin serlo, está habituado a hacer literatura de lo
que no que no requiere palabras.
Por otra parte, el uso del color negro supone
la absorción de una herencia moderna, a partir de autores pioneros en materia
de color, como Joseph Albers, Robert Montherwell, Ad Reinhardt y Joan Miró,
entre otros.
Como señalé ante una muestra colectiva, el
año anterior, el negro ha sido siempre considerado color, porque fisiológica y
psicológicamente produce sensaciones y tiene significados y efectos definidos;
también porque al ser mezclado con otro tono cambia su carácter.
En otras palabras, se define el negro como
color desde el momento en que nuestro ojo lo percibe como tal.
Torres no emplea el negro como color en sí
mismo, sino como un medio para ocultar, para jugar al escondido con el
espectador. Pinta su obra y luego la cubre parcialmente de negro, generalmente
en rectángulos.
COLOR NEGRO COMO INTERMEDIARIO
COLOR NEGRO COMO INTERMEDIARIO
Olvida que el negro, en cuanto color, es
parte del conjunto de la obra y no sólo un intermediario del mensaje oculto o
un antifaz. Por el contrario, es el que más impone su carácter: evoca
autoridad, orden. No es sólo la fácil y obsoleta receta que se interpreta como
luto, tristeza, misterio o depresión.
El negro, en cuanto color, puede ser fondo, estructura y elemento plástico, no sólo ausencia de luz. La obturación del yang puro del negro en las pinturas, no logra darles la significación y fuerza que pretende el autor, y cuya ausencia es crítica velada en algunos pintores contemporáneos.
Ello le ocurre al visitante mexicano, por
cuanto no logra, tal vez por su obvia intencionalidad didáctica, establecer la
polaridad dialéctica entre el negro y los demás colores de su limitada gama.
No hay presencia aquí de los polos activo-pasivo,
claro-oscuro, ying-yang; eternos e inseparables, aunque opuestos.
Además, deja una duda: por qué la voluntad,
sospechosa en parte, a pesar de las gangas literarias que anteceden la
propuesta, de velar la obra. ¿Acaso es una manera de escamotear implicaciones
sociales, entre otras, dejándolas libradas a conjeturas psicológicas o a
elucubraciones esnobistas?.
La obra de Torres carece de compromiso
artístico, que sustituye con una didáctica de la percepción. Respetable labor,
pero más de un teórico que de un pintor. Asimismo es visible su imposibilidad,
en las obras expuestas, de interiorizar su testimonio y permitirle al
espectador atento algo más que un ataque a la epidermis, dispensable tras
abandonar la GANAC.
Juan Carlos Flores Zúñiga, M.A., BSc, CPLC, ACC, AICA
Fuente: La Nación. SINABI (2017), p.2B. Publicado el 12 de Diciembre, 1986. Revisado por el autor el 11 de Mayo, 2018.
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