ALBERTO BERROCAL: Retorno Plausible
Exposición individual del pintor, José Alberto Berrocal Binde (San José,
1937-1987). 28 pinturas al óleo, acrílico, “collage” en metal sobre lienzo y
técnica mixta. Espacio Jorge Debravo. Del 8 de setiembre al 11 de octubre,1986,
de lunes a sábado.
Los ocho años que mediaron entre la última
exposición individual de Berrocal y la presente en el Espacio Jorge Debravo,
parecen no haber sido vanos, pues su testimonio plástico revela evolución,
dentro de un concepto consistente, emparentado con el constructivismo.
Su actual confrontación se compone de dos
segmentos, uno retrospectivo, con base en obras del período 1965-1975, y otro
con su producción más reciente, período 1984-1986.
El primer segmento se caracteriza por la
incorporación de objetos del entorno; desechos metálicos que transforma para
que cumplan un destino eminentemente plástico, lejos de sus destinos originales
y funcionales.
Se vale, asimismo, del círculo, el cuadrado y el triángulo, para dar un nuevo significado al objeto, despojándolo de cualquier posible interpretación anecdótica. Al fin y al cabo, la pintura tiene su propio lenguaje, ajeno a toda literatura.
Se vale, asimismo, del círculo, el cuadrado y el triángulo, para dar un nuevo significado al objeto, despojándolo de cualquier posible interpretación anecdótica. Al fin y al cabo, la pintura tiene su propio lenguaje, ajeno a toda literatura.
El segundo incluye objetos sólo
esporádicamente, pues plantea más un concepto ligado a la “pintura-pintura”. La pintura
es capaz de contenerlo todo y aunque su punto de partida pueda ser el mundo
real perceptible, éste es trascendido en una no figuración que elude la
obviedad anecdótica. Importa en cuanto propuesta de una sensibilidad e
inteligencia auténticas.
"Sin Título", 1963. Técnica mixta con óleo sobre madera. Colección Banco Central CR.
CONSTRUCTIVISMO
Aunque Berrocal sostiene que su nutriente
principal, en términos de influencia estética, es el holandés Piet Mondrian y
su movimiento llamado “neoplasticismo”, la verdad es que las vetas de su no
figuración podrían estar en otras fuentes como la del pintor y teórico
uruguayo, Joaquín Torres García y su “universalismo
constructivo”.
Para que su obra sea estrictamente
neoplástica, Berrocal debería operar sólo con el plano, el color y la línea,
dentro de una expresión geométrica. Se
inscribiría así su obra en un arte planista, sin tercera dimensión, barrido
todo elemento concreto. No debería, en consecuencia, tratar de crear una
ficción.
La obra de Berrocal se encuentra en medio de
dos extremos: concebida, en un caso, como imitativa del entorno visible (figuración
tradicional) y creada, en el otro, como resultado reflexivo de una directriz
racional (no figuración de Mondrian).
Esa directriz racional, nutrida de una rica
metafísica, fue el motivo por el que Torres García se distanció de Mondrian,
para optar por el principio de que jamás la razón debía anula a la emoción y a
la sensibilidad.
Berrocal, en la medida que obtiene un
resultado plástico más sensorial que racional, se acerca al constructivismo, de
Torres García, aunque con algunas peculiaridades que surgen de un proceso
propio de varias décadas.
Como Torres García y a diferencia de
Mondrian, nuestro autor emplea la tercera dimensión a partir de objetos y de
texturas evocadas por superficies densas que crea con el uso frecuente de la
espátula. Su gama no conoce los colores primarios, sino los secundarios y
terciarios. Un naranja rabioso, como el que emplea en ciertas estructuras
verticales para crear tensiones cromáticas, nunca lo hubiera empleado Mondrian.
Sus estructuras de color contienen, además un
rico efecto sensorial. Su gama expresa emoción, aunque teóricamente, el pintor
costarricense siga una directriz racional.
"Sin título", 1984. Oleo sobre tela. Colección Flores Oreamuno.
INTEGRACIÓN
Por su formación arquitectónica, Berrocal
asume como misión de su hecho creativo, “la
integración plástica”. Es decir, la integración de las artes a partir de
los materiales, las técnicas y los conceptos. El “collage” en metal o la incorporación de segmentos de color en
formas geométricas, a veces libres, son el vehículo de ese objetivo que permite
paralelamente a su autor comunicar, a partir de su entorno, un cambio en la
percepción visual de la realidad sensible y del arte tal y como lo conocemos.
Es ese afán integracionista lo que posibilita
diferenciarlo del constructivismo tradicional, y colocarlo con propiedad dentro
de una tendencia, que el autor nutre, como creador y teórico.
Desde un punto de vista estrictamente
didáctico, su obra es de conocimiento indispensable para las nuevas
generaciones que se refugian, cada vez más, por comodidad, en una figuración
meramente imitativa o en las trampas del sistema de la moda; ambos se gozan en
el cuerpo de la pintura sin llegar a su alma.
Juan Carlos Flores Zúñiga, M.A., BSc, CPLC, ACC
Fuente: La
Nación. SINABI (2017), p.2B. Publicado el viernes 3 de Octubre, 1986.
Revisado
por el autor el 17 de abril, 2018.
Comentarios